En la festividad de la Virgen del Pilar, patrona de Aragón y de la Hispanidad, el Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente ha presidido la Eucaristía en la Parroquia de la Santísima Trinidad de Castellón, en una celebración organizada por el Centro Aragonés de Castellón

La jornada ha comenzado con el nombramiento de los nuevos Caballeros y Damas de la Virgen del Pilar, seguido de la tradicional ofrenda de flores, en la que numerosos fieles, entidades locales y asociaciones han mostrado su devoción a la Virgen. Entre los asistentes se encontraban representantes del Ayuntamiento, de las Gaiatas, y de diversas asociaciones culturales, además de la Reina Mayor e Infantil de Castellón y del propio Centro Aragonés.
Durante su homilía, D. Casimiro ha dirigido un afectuoso saludo al presidente del Centro Aragonés y a todos los presentes, expresando su cercanía y cariño hacia la comunidad aragonesa de Castellón.
A partir de las lecturas proclamadas, el Obispo ha centrado su reflexión en tres palabras clave: el arca, la columna y la escucha, símbolos que iluminan el significado espiritual de la Virgen del Pilar.
“María es el Arca de la Nueva Alianza -ha señalado-, porque en su seno dio carne al Hijo de Dios, estableciendo con su ‘sí’ la alianza definitiva del amor de Dios con la humanidad”.
En referencia al pilar, D. Casimiro ha destacado que “la columna es signo de firmeza, un símbolo de la unión entre el cielo y la tierra a través de la Virgen, que nos da al Hijo de Dios. Ella nos guía, nos protege y nos alienta en el camino de la vida”.
Comentando el Evangelio, ha subrayado que María es bienaventurada “porque ha escuchado la Palabra de Dios y la ha cumplido”, invitando a los fieles a acoger la Palabra con atención, dejarse interpelar por ella y llevarla a la vida cotidiana: «dichosos vosotros si escucháis la Palabra de Dios y la cumplís. No basta con decir que creemos, es necesario hacer de la fe una forma de vida», ha afirmado, exhortando a no separar la devoción de la vida cristiana.
También ha animado a los presentes a vivir con fe, esperanza y caridad en un mundo cada vez más secularizado, y en el marco del Año Jubilar de la Esperanza, ha invitado a pedir a la Virgen del Pilar que fortalezca la fe y el testimonio cristiano «como hizo el apóstol Santiago, y que nos acompañe en los momentos de dificultad y debilidad con su protección maternal».
La celebración, que en la parte musical ha estado interpretada por el Coro del Centro Aragonés de Castellón, ha concluido con una oración por los difuntos y una emotiva acción de gracias a la Virgen del Pilar por ser guía y protectora.




