La muerte inquieta y atrae al mismo tiempo. Aunque la Iglesia católica explica con claridad qué ocurre tras el último aliento (los novísimos: juicio particular, cielo, purgatorio o infierno), persiste una pregunta popular: ¿pueden las almas volver? Almas, difuntos, regresar…
Lo que enseña la doctrina
Juicio inmediato: al morir, el alma es juzgada por Dios.
Cielo: si murió en gracia.
Purgatorio: si necesita purificarse de restos de pecado.
Infierno: si rechazó a Dios en pecado mortal.
Purgatorio real y doloroso: San Agustín y San Gregorio el Grande describen un fuego purificador más intenso que cualquier sufrimiento terreno, pero temporal (terminará, al menos, en el Juicio Final).
¿Regresan las almas?
No hay dogma: la Iglesia no afirma ni niega que las almas del purgatorio se manifiesten.
Experiencias personales: hay relatos (incluso actuales y de personas no muy practicantes) de apariciones que piden oraciones.
Debate entre expertos: exorcistas y teólogos siguen estudiando estos fenómenos; no hay consenso.
Lo único seguro: la oración
Dios escucha todas las súplicas. Por eso la Iglesia invita a:
Ofrecer Misas por los difuntos.
Rezar por su descanso eterno.
Recordarlos en devociones personales.
Porque, aunque no sepamos si vuelven, sí sabemos que nuestras oraciones los ayudan a llegar antes al cielo, donde un día nos reuniremos con ellos en la Iglesia Triunfante.




