Nosotros, los cardenales de la Santa Iglesia Romana, reunidos en Congregación general antes del inicio del Cónclave, constatando con pesar que no se ha registrado ningún progreso en el avance de los procesos de paz en Ucrania, Oriente Medio y muchas otras partes del mundo, y que se han intensificado los ataques, especialmente contra la población civil, formulamos un sentido llamamiento a todas las partes implicadas para que se alcance lo más pronto posible un alto el fuego permanente y se negocie, sin condiciones previas ni más demoras, la paz largamente deseada por los pueblos implicados y por el mundo entero.
Invitamos a todos los fieles a intensificar su súplica al Señor por una paz justa y duradera.