El arzobispo de Madrid, José Cobo, presidió una Eucaristía en la parroquia de Santa Bárbara con motivo del inicio del año judicial
En su homilía, subrayó la relevancia de los pilares del Estado de Derecho, como el respeto a la legalidad, la separación de poderes y la independencia judicial, principios que la Iglesia defiende firmemente.
Cobo también resaltó los fundamentos de la enseñanza social de la Iglesia, centrados en la dignidad inalienable de la persona y su derecho a la vida y al cuidado. Citando al papa León XIV, enfatizó que la justicia debe ir acompañada de misericordia, pues sin esta última puede volverse fría y deshumanizada. «La misericordia sin justicia sería un sarcasmo, y la justicia sin misericordia, un cuerpo sin alma», afirmó.
El cardenal instó a los profesionales de la justicia a aprovechar el nuevo año judicial como una oportunidad para transformar la justicia en una fuente de vida y esperanza. Les animó a perseverar y a mantener una actitud de apertura hacia las víctimas, los que han errado y sus familias, convirtiendo sus despachos en espacios donde la ley y la esperanza se encuentren.
Finalmente, Cobo expresó que cada sentencia o acto judicial debería ser una oportunidad para fortalecer la confianza, restaurar la dignidad humana y demostrar que la justicia, como virtud cardinal, sana y reconstruye. Aunque aclaró que la Iglesia no busca interferir en el ámbito judicial, aseguró su apoyo a través de la oración, el reconocimiento y la gratitud hacia quienes trabajan en este campo.