El Papa León XIV, conocido por su profunda conexión con la espiritualidad agustiniana, presidirá este lunes 1 de septiembre la Misa de apertura del 188° Capítulo General de la Orden de los Agustinos, un evento clave para esta familia religiosa que se llevará a cabo en Roma
Durante este encuentro, los agustinos elegirán a su nuevo prior general, marcando un momento decisivo para el liderazgo y la misión de la orden en el mundo. La celebración coincide con un aniversario significativo para el Santo Padre: el ingreso al noviciado agustino en 1977, un hito que ha moldeado su vida y ministerio.
La Eucaristía inaugural tendrá lugar a las 18:00 horas en la histórica Basílica de San Agustín, ubicada en Campo Marzio, un lugar emblemático para la orden, ya que alberga la tumba de Santa Mónica, madre de San Agustín de Hipona, el gran doctor de la Iglesia y pilar espiritual de los agustinos. Este escenario no solo simboliza la herencia espiritual de la orden, sino que también resalta la importancia de la unidad y la comunión, valores centrales en la vida agustiniana.
Un reconocimiento al espíritu agustino del Papa
Recientemente, el Papa León XIV fue honrado con la Medalla de San Agustín, otorgada por la Provincia Agustiniana de San Tomás de Villanueva, con sede en Estados Unidos. Esta distinción, la más alta que concede la Orden, reconoce a quienes encarnan los ideales de San Agustín: la búsqueda incansable de la verdad, la promoción de la unidad y la vivencia de la caridad. En un emotivo videomensaje emitido el 28 de agosto, durante la fiesta litúrgica de San Agustín, el Santo Padre expresó su gratitud:
“Ser reconocido como agustino es un honor que guardo muy cerca del corazón. Gran parte de lo que soy se lo debo al espíritu y a las enseñanzas de San Agustín, cuya vida y escritos siguen iluminando el camino de la Iglesia en estos tiempos desafiantes”.
Este reconocimiento subraya la influencia de la espiritualidad agustiniana en el pontificado de León XIV, quien ha destacado por su énfasis en la misericordia, el diálogo y la búsqueda de la verdad en un mundo cada vez más dividido.
El Capítulo General: Un momento de reflexión y renovación
El Capítulo General, que se llevará a cabo en el Pontificio Instituto Patrístico Augustinianum, es un evento de gran relevancia para la Orden de San Agustín. Durante las dos semanas de trabajos, del 1 al 18 de septiembre, unos 73 delegados provenientes de 46 países se reunirán para reflexionar sobre la misión de la orden, evaluar su labor en las 41 circunscripciones globales y elegir al 98° prior general, quien sucederá al P. Alejandro Moral tras sus 12 años de liderazgo.
La Orden de San Agustín, fundada en 1256 bajo la inspiración de las enseñanzas de San Agustín, cuenta hoy con aproximadamente 2,341 religiosos en todo el mundo. Su labor abarca desde la educación y la pastoral parroquial hasta misiones en contextos de pobreza y marginalidad, siempre guiados por los principios agustinianos de comunidad, interioridad y servicio. Este Capítulo General no solo determinará el rumbo administrativo de la orden, sino que también será una oportunidad para renovar su compromiso con los desafíos contemporáneos, como la evangelización en un mundo secularizado, la justicia social y el cuidado de la creación.
La elección del nuevo prior general
La elección del nuevo prior general es uno de los momentos más esperados del Capítulo. Los 73 delegados con derecho a voto representarán la diversidad de la orden, que está presente en cinco continentes. El nuevo líder tendrá la responsabilidad de guiar a los agustinos en un contexto global marcado por cambios sociales, culturales y eclesiales. Entre las prioridades que se espera que aborde el nuevo prior general están el fortalecimiento de la formación de los religiosos, la promoción de la vocación agustiniana entre los jóvenes y la profundización de la misión de la orden en áreas de conflicto y necesidad.
El legado de San Agustín y la misión de la orden
San Agustín de Hipona (354-430), cuya vida y obra son el fundamento de la espiritualidad agustiniana, es conocido por su búsqueda apasionada de la verdad y su conversión al cristianismo, influenciada por las oraciones de su madre, Santa Mónica. Sus escritos, como Confesiones y La Ciudad de Dios, siguen siendo una fuente de inspiración para millones de católicos y no católicos en todo el mundo. La Orden de San Agustín, al adoptar su regla y espíritu, se ha dedicado a vivir en comunidad, promoviendo la vida interior y el servicio a los demás como caminos hacia Dios.
El Papa León XIV, como miembro de la orden, ha integrado estos valores en su pontificado, promoviendo una Iglesia que sea “casa y escuela de comunión”, una idea profundamente agustiniana. Su participación en el Capítulo General no solo refuerza su vínculo personal con la orden, sino que también envía un mensaje poderoso sobre la importancia de la vida religiosa en la misión de la Iglesia universal.
