La iglesia junto con algunos restos del antiguo colegio son los únicos vestigios de la fundación original de los Escolapios, establecidos en Zaragoza desde 1733
El templo tiene forma de cruz latina de una sola nave, con crucero y ábside poco pronunciado y un magnífico retablo en el altar mayor. El interior es de medianas dimensiones respondiendo así a las normas dadas por San José de Calasanz sobre la idoneidad de iglesias recogidas y pequeñas para su Orden.
La primera piedra fue colocada el 7 de marzo de 1736, concluyéndose la fábrica con su inauguración el 19 de febrero de 1740.
Escolapios Zaragoza
El edificio fue proyectado por el arquitecto Francisco Velasco. Su fachada de ladrillo está dividida en tres cuerpos horizontales y tres calles verticales, con un remate de ritmos quebrados en la parte superior y flanqueado por dos torres que se adelantan a la fachada. A los lados la puerta, en arco mixtilíneo, se encuentran dentro de hornacinas las esculturas de Santo Tomás de Villanueva y de San Agustín, en un estilo rococó. En el segundo cuerpo, sobre la puerta, se sitúa Santo Tomás de Aquino, representado como doctor angélico, a quien está dedicada la iglesia.
Declaración. Siglo XX – XXI
La iglesia de los Escolapios (de Santo Tomás de Aquino) en Zaragoza fue declarada Bien de Interés Cultural por Real Decreto del Ministerio de Cultura de 29 de diciembre de 1978, publicado en el Boletín Oficial del Estado de 15 de marzo de 1979.
El Boletín Oficial de Aragón de 11 de marzo de 2002 publica la Orden de 19 de febrero de 2002 del Departamento de Cultura y Turismo por la que se completa la declaración originaria de Bien de Interés Cultural de la Iglesia de los Escolapios en Zaragoza.
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