El Comité Nobel Noruego otorgó el Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, por su incansable defensa de la democracia y los derechos humanos frente al régimen autoritario de Nicolás Maduro. “Machado es un símbolo de coraje civil en América Latina”, afirmó Jørgen Watne Frydnes.

María Corina Machado, fundadora del partido liberal Vente Venezuela y exdiputada de la Asamblea Nacional (2011-2014), ha desafiado al régimen venezolano con una valentía que inspira a millones. A pesar de ser excluida de las elecciones presidenciales de julio de 2024, donde la oposición denunció un fraude electoral tras no reconocerse su victoria, Machado se mantuvo firme. “Ella encarna la esperanza de un futuro donde los derechos fundamentales sean respetados y la voz del pueblo sea escuchada”, señaló el Comité Nobel.
El reconocimiento llega en un momento crítico: Machado vive en la clandestinidad desde que el régimen intensificó la represión tras las elecciones. “Su decisión de permanecer en Venezuela, a pesar de las amenazas contra su vida, es un testimonio de su compromiso”, añadió Frydnes.
Sin embargo, su asistencia a la ceremonia de premiación en Oslo, programada para diciembre, es incierta debido a preocupaciones de seguridad.
Un mensaje global contra el autoritarismo
El Comité Nobel subrayó que la lucha de Machado trasciende las fronteras de Venezuela. En un mundo donde la democracia retrocede y los regímenes autoritarios recurren a la violencia, su trabajo destaca como un modelo de resistencia pacífica. “La democracia es la base de una paz duradera. Machado demuestra que las herramientas democráticas son también las de la paz”, afirmó el Comité.
En 2024, año récord de elecciones globales, el Nobel resalta la urgencia de proteger procesos electorales libres y justos frente al abuso de poder, la censura y la militarización.
La voz de un pueblo resiliente
En una emotiva llamada con Robyn E. Hardy, subsecretario del Instituto Nobel Noruego, Machado expresó su gratitud: “Este premio no es solo mío, sino de los millones de venezolanos que arriesgan todo por la libertad, la justicia y la paz”. Añadió que, tras años de dolor y represión, su país está cerca de lograr un cambio. “Hemos resistido con medios cívicos y pacíficos frente a la violencia brutal. Este reconocimiento muestra al mundo la urgencia de nuestra lucha, no solo por Venezuela, sino por la estabilidad de América Latina y más allá”.
Un futuro incierto pero esperanzador
La entrega del Nobel a Machado envía un mensaje poderoso: la resistencia pacífica puede desafiar la opresión. Mientras Venezuela enfrenta una crisis política y humanitaria, su liderazgo inspira a quienes luchan por la democracia en todo el mundo. Aunque las amenazas persisten, Machado sigue siendo una figura de esperanza, recordándonos que la libertad y la paz son posibles incluso en los tiempos más oscuros.




