«Damos gracias a Dios por habernos dado un nuevo Sucesor de Pedro, el Vicario de Cristo, el Papa León XIV, nuestro amado obispo». Un estruendoso aplauso acogió las palabras de monseñor Edinson Farfán Córdova, obispo de Chiclayo, diócesis peruana donde ejerció su ministerio episcopal el entonces obispo Robert Francis Prevost
Miles de personas participaron el 10 de mayo, en la Misa en honor del recién elegido Papa celebrada en la Catedral Santa María, siguiendo el oficio en toda la plaza de enfrente, desde donde ondeaban fotos, estampas, banderas y pancartas con el rostro del Pontífice y frases de agradecimiento y afecto. Una muestra de la fuerte huella y cercanía que dejó en esta población de unos 800.000 habitantes, marcada por la pobreza y los problemas sociales. «Un pastor según el corazón de Cristo, un hombre de comunión y espiritualidad, siempre cercano y sensible a la realidad actual», dijo el prelado. «Cómo no dar gracias a Dios por este regalo para nuestra querida Diócesis».