El pasado 8 de septiembre, la basílica de Nuestra Señora del Prado en Talavera de la Reina acogió una solemne misa por la Natividad de la Virgen María, presidida por Mons. Alejandro Arellano Cedillo, arzobispo titular de Bisuldino, decano del Tribunal de la Rota Romana, presidente del Tribunal de Apelación del Vaticano y comisario pontificio de Torreciudad
Nacido en Olías del Rey, Mons. Arellano visitó por primera vez este santuario mariano de la Archidiócesis de Toledo.
En su homilía, destacó la vitalidad de la Virgen del Prado, afirmando que “en Talavera, siempre renace, toma nueva vida en esta basílica y nos regala un nuevo amanecer”.
El arzobispo invitó a los fieles a inspirarse en la vida de María, exhortándolos a “aprender a vivir como ella y a releer su historia”.
Describió la basílica como un “puerto donde arriban los ángeles”, un lugar donde “Dios te acaricia” y donde, en un día como este, se pronuncian palabras de amor y esperanza que reconfortan el alma.