Fiel a una tradición romana, León XIV se acercó a la Plaza de España, en el corazón de Roma, para rezar ante la estatua de la Virgen María el 8 de diciembre de 2025. El Papa se tomó el tiempo de saludar a los pobres, enfermos y ancianos
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Durante la mañana la emoción y espectáculo ha estado presente junto a la estatua y los bomberos en un sentido homenaje ante la imagen.
La estatua de la Santísima Virgen Maria se encuentra en la Plaza Mignanelli, justo al lado de la famosa plaza de España en Roma y frente a la embajada Española.
Es la cima de la columna de la Inmaculada Concepción, un monumento del siglo XIX dedicado a Maria.
El año pasado, el 8 de diciembre, el Papa Francisco visitó el lugar y rezó a los pies de Maria y le encomendó el próximo Jubileo, «un mensaje de esperanza para la humanidad azotada por las crisis y las guerras»
Respetando esta tradición que data de largos años, el Papa asiste cada 8 de Diciembre para homenajear a Maria con un acto de oración en presencia de los fieles, además los bomberos de Roma, también le rinden homenaje colocando una corona de flores en la estatua que se eleva muchos metros para poder ser colocada en un acto muy emotivo.
Los primeros en dejar flores esta mañana a las 7h ante la estatua de la Inmaculada Concepción han sido los bomberos en honor a los 220 colegas que inauguraron la estatua el 8 de Diciembre de 1857. Han subido a la cima para depositar sus coronas de flores en el brazo de la Virgen.
Durante la tarde, el Papa León XIV ha sido recibido por el Cardenal Vicario Baldo Reina y el Alcalde Roberto Gualtieri, se ha detenido en oración al pie de la columna, en cuya cima se ubica la estatua de la Virgen, y ha dejado una corona de flores.
Este monumento está compuesto por una esbelta columna de más de 20 metros de altura con una estatua de bronce de la Virgen Maria en la cima, rodeada por estatuas de profetas en su base.
Situado al lado de la Plaza Mignanelli y delante de la Embajada de España ante la Santa Sede, el monumento tiene su origen en la declaración del dogma de la Inmaculada Concepción por parte del Papa Pío IX en 1854. Dos años más tarde, el 8 de diciembre de 1856, día de la Inmaculada, el Rey Fernando II de las Dos Sicilias -nieto del Rey Carlos IV de España e hijo de la infanta de España María Isabel de Borbón– asistió a Misa en honor a la Virgen en Nápoles. A continuación, cuando pasaba revista a sus tropas, un soldado intentó asesinarle clavándole su bayoneta. El Rey sobrevivió al atentado y atribuyó su salvación a la protección de la Inmaculada. En señal de agradecimiento, ordenó construir la columna dedicada a la Virgen en la Plaza de España de Roma. El monumento fue inaugurado el 8 de diciembre de 1857, en el primer aniversario del atentado.
