Un trágico accidente del funicular “Elevador da Glória” en Lisboa dejó un saldo de 17 muertos y 23 heridos, en su mayoría turistas, tras estrellarse contra un edificio en el centro de la ciudad
Según las autoridades, el descarrilamiento pudo deberse a una falla en un cable o en el sistema de frenos, aunque la investigación de la Fiscalía aún está en curso. La empresa operadora, Carris, afirmó que se siguieron todos los protocolos de mantenimiento.
El funicular, un ícono de Lisboa inaugurado en 1885 y considerado monumento nacional, conecta la parte baja y alta de la ciudad, transportando anualmente a unos tres millones de pasajeros. El accidente ocurrió en las cercanías de la Praça dos Restauradores, afectando a personas de diversas nacionalidades, incluyendo portugueses, alemanes, españoles, y otros. Dos de los heridos fueron hospitalizados, pero no se han revelado detalles sobre su estado de salud.
El Patriarca de Lisboa, Rui Valério, expresó su solidaridad con las familias afectadas, declarando que “vuestro dolor es nuestro dolor” y destacando la importancia de la oración en este momento de luto. Por su parte, el Papa León XIV, a través de un telegrama firmado por el cardenal Parolin, manifestó su cercanía espiritual a los afectados.
El primer ministro portugués, Luís Filipe Montenegro, decretó el 5 de septiembre como día de luto nacional. El presidente Marcelo Rebelo de Sousa y el alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, también expresaron sus condolencias, mientras que líderes europeos como Roberta Metsola y Ursula von der Leyen se solidarizaron con las víctimas, sus familias y la comunidad lisboeta.
Las banderas en las instituciones europeas ondean a media asta en señal de duelo.