La Universidad Francisco de Vitoria ha acogido la presentación de La Biblia
Escrutad las Escrituras, editada por la Biblioteca de Autores Cristianos y la editorial San Pablo, una obra que va más allá de una mera propuesta editorial o de estudio, sino que quiere ser vehículo para la meditación personal y comunitaria, para profundizar en la Palabra con la Palabra.
Una nueva edición que es, en palabras de Juan Carlos García Domene, director de la BAC, un servicio a la evangelización, a la misión de la Iglesia y a la cultura. «Será un instrumento valioso para la comunidad cristiana», ha subrayado el director editorial de San Pablo, Rafael Espino.
Ambos responsables han participado en la puesta de largo de esta nueva edición, junto con dos de sus directores internacionales, Francisco Giosuè Voltaggio y Giacomo Perego, y el coordinador de la edición en español, Pedro Ignacio Fraile. En el acto, presentado por Cristina Sánchez, directora de Alfa y Omega, también han estado presentes el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y obispo auxiliar de Toledo, César García Magán; el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino; el vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE, Fernando Giménez Barriocanal; el coordinador del Servicio de Publicaciones y Editoriales de la CEE, Carlos Martínez Oliveras; y la administradora general de la CEE, Paula Alió.
El primero en intervenir ha sido García Domene, que ha recordado que la Biblia es «la biblioteca que ha configurado a Occidente» y ha subrayado que la nueva edición de la Biblia —la octava que alberga la BAC— va a ser «una verdadera herramienta para el conocimiento y el escrute de la Palabra de Dios».
Espino, por su parte, ha recordado la figura de Santiago Alberione, fundador de la Sociedad de San Pablo, que apostaba por utilizar todos los soportes para comunicar el Evangelio y ha recordado que la Biblia «es la carta de Dios a los hombres».
«La Biblia es un ser vivo, porque su destinatario son personas vivas, que estamos en una sociedad cambiante, en movimiento. El mensaje de amor de Dios es el mismo. Pero, al mismo tiempo, la Palabra es fresca». Así ha puesto en valor Pedro Ignacio Fraile que La Biblia. Escrutad las Escrituras haya tenido en cuenta los últimos avances arqueológicos, exegéticos o lingüísticos.
Giacomo Perego, sacerdote de la Sociedad de San Pablo, ha subrayado, en primer lugar, que en la Escritura el creyente no se encuentra solo con un texto, sino con un rostro, el de aquel que tiene la clave de la vida y la muerte. «Esta edición no solo tiene notas, sino que nos hace vivir una experiencia», ha añadido.
En segundo lugar, ha destacado que la nueva Biblia tiene una dimensión eclesial, pues «es la Biblia de un pueblo que camina, vive y respira». «No es la Biblia del Camino, ni de San Pablo, ni de la Conferencia Episcopal. Es la Biblia del Pueblo de Dios», ha continuado.
Por último, ha resaltado el valor universal de la Palabra: «No se trata de que la cultura transfigure la Palabra, sino que sea la Palabra la que ilumine la cultura».
Por último, Francesco Voltaggio ha hecho un recorrido por las motivaciones de una edición de estas características —con amplias introducciones, notas, temas y paralelos— y ha dicho que espera que sea «una ocasión de gracia para que todos nos dejemos atraer por la luz de la Palabra».